Con la internacionalización de la economía, son cada vez más las empresas que ponen en valor a quienes disponen de un segundo idioma para agilizar el contacto con sus socios internacionales, independientemente del sector y, en ese sentido, el inglés más que nunca es necesario porque es el idioma de los negocios internacionalmente aceptado.
De hecho, se ha convertido en una herramienta imprescindible a la hora de optar a trabajos mejor cualificados como explican desde las agencias de empleo. Se busca personal capaz de hablar, escribir y negociar en inglés y, para ello, se necesita apostar por una formación multidisciplinar que sea capaz de permitir un diálogo por videoconferencia, pero también vía telefónica o mail.
“Lo estamos viendo incluso en el sector logístico que parecía que iba más a la cola en este sentido. Con la llegada de la plataforma logística Plaza que se está desarrollando en Zaragoza, son muchas las empresas que lo piden como requisito imprescindible para optar a trabajar en ellas. La internacionalización del comercio y del consumo está empujando a mejorar el inglés en las empresas para poder ser competitivas” explica Stephen Hall desde su academia WordPlay ubicada en Zaragoza.
El complejo logístico Plaza es una de las apuestas más importantes de Aragón para la creación de empleo y asentamiento de empresas de carácter logístico. Algunas como el grupo francés aPRC, que creará hasta 700 puestos de trabajo o empresas como Inditex o Amazon que ya están establecidas serán referentes desde esta ubicación para su comercio no solo nacional sino internacional gracias a la creación de corredores logísticos por todo el país.
¿Dónde fallamos en el inglés?
Una vez se ha conseguido el nivel medio deseado, y cuando ya se ha obtenido la titulación se suele cometer el error de dejarlo sin práctica, y olvidarlo. Sin embargo, hoy en día las empresas demandan habilidades lingüísticas integrales que les permita a los trabajadores desempeñarse en todos los ámbitos del negocio.
“Lo vemos con nuestros alumnos y ex-alumnos que, a pesar de dominar el idioma y poder avalarlo con titulaciones de B2 o C1, empiezan a enfrentarse a nuevos retos profesionales debido a la internacionalización y globalización de los sectores. Es ahí donde vuelven a buscar asistencia y llegan a nosotros para ayudarles con el uso del idioma aplicado a temas puntuales como presentaciones de proyectos o conferencias con compañeros ubicados en diferentes países de Europa” explican desde WordPlay.
La falta de constancia en el estudio y práctica del idioma hace que se produzca la sensación de que se pierde nivel y seguridad al querer expresar las ideas con claridad complicando además la comprensión de los matices de una conversación.
“Dentro de una compañía es clave aportar valor no solo para el diálogo sino también para la interpretación de datos y, hoy en día, casi todos vienen del exterior” concluyen algunos responsables en recursos humanos.