Ciudad de México, agosto de 2025 – De acuerdo con los estudios más recientes del sector público y organismos regionales, el grupo de personas mayores de 60 años representa ya una proporción significativa de la población en México y América Latina. En varias entidades del país, una de cada cinco personas ya pertenece a este grupo, y se proyecta que esta tendencia continuará en ascenso acelerado en los próximos años.
En este contexto, Mi Legado ofrece una guía práctica con recomendaciones para cultivar el autocuidado y fortalecer el sentido de propósito en esta etapa de la vida.
1. Conecta contigo a diario. El autocuidado emocional comienza con pequeños rituales: escribir un pensamiento en un diario, escuchar música que evoque recuerdos positivos o simplemente tomarse unos minutos para respirar profundamente. Estas prácticas ayudan a mantener la mente en calma y fomentar la introspección.
2. Comparte tus historias. La memoria personal es un tesoro. Narrar vivencias a hijos, nietos o amigos no solo refuerza los vínculos familiares, también dignifica la experiencia de vida. Herramientas digitales como audios, videos o álbumes virtuales pueden ser grandes aliadas para preservar esos relatos.
3. Digitaliza con intención. Aprovecha los recursos digitales para ordenar tu historia y asegurar que tu voz trascienda. Escanea documentos importantes, guarda contraseñas de acceso y elige a una persona de confianza que pueda encargarse de tu memoria digital cuando sea necesario. Una excelente herramienta es Mi Legado, disponible en formato digital, libro de trabajo y carpeta física, que permite centralizar la información y facilitar su acceso cuando más se necesita.
4. Reflexiona sobre lo que dejas a tus seres queridos. Transmitir tu huella no se limita a los bienes materiales, sino también de valores, aprendizajes y decisiones conscientes. Pensar en cómo quieres ser recordado, qué mensaje deseas transmitir y qué impacto quieres generar, es parte esencial del bienestar emocional en esta etapa.
5. Considera un testamento solidario. Una forma de prolongar tu influencia positiva es dejar parte de tu patrimonio a causas sociales que resuenen contigo. Esta acción refuerza el sentido de comunidad y propósito, mostrando que incluso al partir, puedes seguir transformando vidas.