Recuerde todos los grandes momentos que tienen las personas en los bares. Se reúnen para salir una noche de chicas, hacer despedidas de soltero, reuniones, cumpleaños o simplemente porque se aproxima el fin de semana. Llegan para divertirse, relajarse o celebrar.
Esto es un hecho: La gente va a los bares. Por lo cual no es difícil pensar “me gusta pasar el rato en los bares, y además puedo pagar para que hagan lo que me gusta”.
Desde el punto de vista de la barra (en el lado público), es muy fácil no prestar atención a todo el duro trabajo que implica para las personas responsables del negocio que los clientes puedan pasar ratos de diversión en el bar. Cuando se tienen que controlar todos los detalles tales como el diseño del menú, la elección de la iluminación, la selección de la música y la limpieza del local todos los días, el negocio se convierte rápidamente en más trabajo que diversión, así que no se deje deslumbrar.
En un bar es difícil mantener al cliente satisfecho debido a que la mayoría de las veces se está vendiendo una experiencia más que un producto físico. Es por esto que el servicio está incluido en muchas cosas, desde la música que se escucha, las diversas opciones de muebles para hacer sentir lo más a gusto posible a los visitantes e incluso una iluminación acorde, para así poder ofrecer el buen servicio que se tiene como negocio. Todo este conjunto de cosas hacen que se afecten los costos y además repercuten en la decisión de su cliente si pasar el rato en su casa o pasarlo en las instalaciones del bar.
Reflexione en estas preguntas cuando examine su decisión de dar el paso y montar su propio lugar:
- ¿Realmente te agradan las personas? Tal vez una pregunta un poco extraña, pero para que un bar tenga un buen funcionamiento se tienen que estar al pendiente de muchos detalles, cosa que causa estrés es estar rodeado de mucha gente. Debe estar convencido de que puede soportar muchas quejas y conversaciones subidas de tono.
- ¿Cómo controla su propia bebida? Para muchas personas, la apertura de un bar es como darle permiso de entrada a un niño en un sitio de dulces. Las bebidas estarán siempre a su disposición y esto puede ser un arma de doble filo si usted no sabe controlarlo.
- ¿Eres un noctámbulo? Piense en la salud de su propio cuerpo. Si usted puede quedarse despierto hasta altas horas de la noche podría ser un buen negocio, de lo contrario, no.
- ¿Estás preparado para cuidar adultos? Como el propietario o el administrador del bar, usted tiene muchas personas a su cargo: empleados, proveedores y clientes que requieren su atención. En muchas ocasiones tiene que cubrir a trabajadores que no llegaron a su puesto de trabajo. Habrán momentos en los que se tiene que controlar envíos retrasados de licor que llegan mucho tiempo después de una noche con alta demanda de consumo. Además tendrá que asistir a clientes que estén pasados de tragos y necesiten pedir un taxi para llegar a su casa. Cualquiera que sea la situación usted deberá resolver eficientemente.