CIUDAD DE MÉXICO. 31 de octubre de 2022.- México y el mundo atraviesan por un momento económico incierto. Hoy en día, la inflación en el país ha alcanzado niveles que tenía muchos años que no se registraban, además de que la expectativa de crecimiento económico se ha reducido de forma considerable.
De hecho, los últimos datos disponibles del Índice de Precios al Consumidor del INEGI (julio de 2022) muestran que la tasa de inflación anual del país es de 8.15%, la más alta desde diciembre de 2000. Esto, en palabras coloquiales, significa que los precios de los productos que consumen las personas diariamente aumentarán mientras que su poder adquisitivo no crezca en forma paralela. Es decir, la gente puede comprar menos, con lo que gana.
Este no es un problema exclusivo de México y, de hecho, el mundo entero atraviesa un panorama incierto en materia económica; incluso el Banco Mundial ha proyectado que el crecimiento global se desacelerará drásticamente un 2.9 % en 2022 y 3% en 2023-24.
Pero si bien el escenario mencionado puede provocar que los consumidores moderen sus compras y los montos que gastan en comercio electrónico, hay algo que no disminuye: el consumo de redes sociales y plataformas digitales.
Hoy, según Hootsuite y We Are Social, hay 4.620 millones de usuarios de redes sociales en el mundo, lo que representa el 58% de la población total del mundo. En 2021 las personas dijeron que pasan más tiempo en las redes sociales que en años previos, con un promedio de 2 horas y 27 minutos, según el mismo estudio.
Una gráfica publicada por Statista confirma el dato anterior y señala que el tiempo promedio diario de las personas en las redes sociales, a nivel mundial, se ha incrementado de 90 minutos en 2012 hasta cerca de los 147 minutos al día, en 2021. En México, ese tiempo es de alrededor de 114 minutos.
Y sí, parte importante de ese tiempo que le dedican a Facebook, Instagram y otras plataformas de ese tipo, se enfoca en las compras. Un estudio de Wunderman Thompson señala que el 10% de los usuarios del mundo utiliza las redes sociales como medios de compra, principalmente para productos de belleza, ropa y accesorios.
Por ello, en BigCommerce consideramos que ante la disminución en el gasto de los usuarios, y frente al alto nivel de uso de las plataformas sociales, las empresas que venden online deben enfocar sus estrategias al Comercio Social: se trata de la tendencia a ofertar productos dentro de las redes sociales con el objetivo de convertir a estas plataformas en ventanas de venta, más allá de espacios de interacción social.
Hoy en día, los comercios deben saber que las redes sociales dejaron de ser solo ventanas de networking para ser el lugar en el que comienzan las ventas.
Para ello, requieren integraciones que vinculen directamente a las tiendas online con las cuentas en redes sociales. Por ejemplo, POWR, uno de los partners de BigCommerce, ayuda a crecer los seguidores en las cuentas de las empresas mediante iconos personalizados llamativos. Además, permite agregar efectos y animación para hacer que la identidad de la cuenta destaque, genera más clics, y lleva al usuario a sentirse motivado por comenzar una compra.
Otro de los partners de BigCommerce es Socialhead. Se trata de una app para crear, sincronizar y optimizar los flujos de contenido de productos en Facebook Shop y Google Shopping, conectando la tienda en línea mediante la API de la red social, generando beneficios importantes en materia de ventas. Una de las ventajas de esta app es que con una cuenta se pueden gestionar múltiples tiendas y fuentes de productos, integrando toda la información en un solo canal.
Pero si hay una aplicación en la que todo el mundo quiere estar hoy en día es TikTok. Los comerciantes pueden acceder directamente a la aplicación TikTok For Business a través del administrador de canales de BigCommerce, creando una experiencia de un solo clic para colocar el píxel de TikTok, sincronizar sus catálogos y, en última instancia, comenzar a producir campañas publicitarias.
Esto además, mediante la integración con BigCommerce, las compañías tienen acceso detallado al rendimiento de las campañas y los contenido que ahí se publican y procesar esa data dentro del sistema utilizado para la gestión de campañas de marketing, para maximizar el impacto comercial.
El comercio electrónico actual no debe ser ajeno a las redes sociales y, por el contrario, debe mirar hacia esas plataformas como potenciales ventanas de venta que les ayuden a mitigar el impacto que puede generar el entorno económico dentro de su actividad diaria. Tener presencia en aplicaciones como Instagram, Facebook, y en YouTube, es una creciente necesidad para las empresas si lo que buscan es mantenerse vigente en la mente de los consumidores.