Las Pymes Españolas, las Más Pequeñas del Continente: Un Freno de Mano a la Competitividad
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) ha lanzado una seria advertencia: el tejido empresarial español, compuesto en un abrumador 99,8% por Pequeñas y Medianas Empresas (pymes), es significativamente más pequeño y menos productivo que el de sus pares europeos. Este diagnóstico, extraído del último Informe de Crecimiento Empresarial de la organización, no solo enciende las alarmas sobre la competitividad, sino que exige una revisión urgente del marco regulatorio en España.
La realidad es cruda: la empresa española promedia solo 4,8 empleados, quedando muy lejos de los 11,9 de Alemania, los 8,7 del Reino Unido y los 5,9 de la media europea. Este fenómeno de “atomización empresarial” es un lastre directo para la economía y la capacidad de las empresas para generar riqueza y empleo de calidad.
Cifras que Duelen: Productividad, Salarios y Supervivencia
El informe de CEPYME, respaldado por datos que circulan en el ecosistema informativo de negocios en España, subraya cómo el tamaño es un factor determinante en la eficiencia:
- Productividad Inferior: La productividad, medida en ventas por empleado, sitúa a España como la tercera más baja de la Unión Europea, con 329,3 euros por ocupado, un 10% por debajo de la media europea (362,2 €). La brecha es abismal con líderes como Irlanda (788,7 €) y Bélgica (592,4 €).
- Impacto Salarial: Las empresas más pequeñas ofrecen salarios considerablemente más bajos. El salario promedio en empresas de menos de 50 empleados es un 26,8% inferior al de aquellas con más de 200 trabajadores, lo que dificulta la atracción y retención de talento.
- Vulnerabilidad y Mortalidad: La microempresa presenta una productividad tres veces menor que las grandes corporaciones y una vida media más corta. Un 45,4% de las empresas con uno o dos trabajadores no supera los siete años de existencia.
- Menos Exportación: Las microempresas españolas exportan un promedio de 276.000 euros, un 40% menos que la media de sus homólogas europeas.
La Burocracia y los Costes, el Doble Freno
El análisis de CEPYME y otros expertos consultados coincide en señalar dos barreras principales que desalientan el crecimiento de las pymes: el exceso regulatorio y el elevado coste laboral.
1. La Trampa de los Umbrales Regulatorios
El documento destaca la existencia de más de 100 regulaciones de índole fiscal, laboral y contable vinculadas al tamaño empresarial que actúan como “impedimentos al crecimiento”. Al superar ciertos umbrales de empleados (como los 10, 30 o 50), las pymes se enfrentan a un aluvión de nuevas obligaciones que lastran recursos que deberían destinarse a la inversión y la expansión.
CEPYME Prohíbe Crecer, Piden Plazo de Gracia: La Confederación propone un “período de gracia” de cuatro años continuos para que las empresas alcancen y consoliden los criterios de los distintos umbrales regulatorios antes de que las obligaciones entren en vigor. Esta medida busca eliminar el desincentivo a contratar y a aumentar de tamaño.
2. Costes Laborales y Fiscalidad Rígida
España se posiciona como el quinto país europeo con las cotizaciones sociales más altas, con la particularidad de que la carga recae mayoritariamente en el empleador. Además, el aumento acumulado del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en los últimos años ejerce una fuerte presión sobre los costes de las pequeñas empresas, cuya baja productividad no permite absorber el incremento sin merma en la inversión.
Otros obstáculos incluyen la complejidad del sistema tributario español y la persistencia de un alto absentismo laboral (cercano al 7%), que afecta de manera desproporcionada a las plantillas reducidas de las pymes.
Recetas para Desatar el Potencial Pyme
Para fomentar un ecosistema empresarial más competitivo, CEPYME insta al Gobierno a:
- Aplicar el Principio ‘Pensar en Pequeño Primero’: Priorizar las necesidades y el impacto en las pymes durante el proceso de diseño legislativo (‘Think Small First’).
- Reducción de Cargas: Disminuir los costes laborales y las barreras burocráticas que desvían recursos de la actividad productiva.
- Incentivos a la Inversión: Implementar estrategias fiscales que favorezcan la reinversión de beneficios y fomenten las fusiones empresariales.
- Marco Laboral Flexible: Promover un entorno laboral adaptable y seguro que reduzca la incertidumbre regulatoria.
Solo con un cambio de enfoque político y regulatorio, que premie el crecimiento en lugar de penalizarlo, el tejido empresarial español podrá cerrar la brecha de productividad con Europa y generar un impacto positivo en la calidad del empleo y la resiliencia económica de la nación
