El cambio. Esa es la clave para que las empresas, hoy en día, sean capaces de adaptar sus procedimientos a un entorno en constante evolución. Para acompañar esa evolución es necesario ir de la mano de avances que sean capaces de actualizar las rutinas corporativas.
Pero, ¿en qué campos se puede plantear?
Según explican desde el Grupo IMM, la gestión de cambio tiene muchas vertientes, aunque el objetivo no deja de ser mejorar la sensación de bienestar, la productividad y la felicidad organizacional.
Al igual que el entorno digital evoluciona a pasos agigantados, es la organización la que tiene que buscar las fórmulas que encajen con la nueva realidad desde dentro, con la figura del Facility Manager, capaz de separar el individuo (yo soy) del profesional (yo hago) siempre desde la vertiente positiva.
“En realidad, el objetivo hcmbok to agile es presentar un modelo que, basado en las buenas prácticas, herramientas y métodos, se especialice en la certificación de la Gestión del Cambio de los proyectos u organizaciones” explican desde Grupo IMM.
Las 5M, una de las metodologías clave
Una de las fórmulas más utilizadas para poder aplicar los cambios donde, realmente, está el problema. Se trata de un sistema de revisión capaz de detectar en los procesos internos qué está fallando desde la cadena de producción o servicios.
Diseñado en su momento por Toyota, es extrapolable a cada empresa. De la auditoría de máquina, método, mano de obra, medio ambiente y materia prima, se extraen las variables que pueden estar haciendo que la compañía deje de funcionar. Solo a través del Facility Manager, consiguiendo detectar los puntos débiles, se pueden potenciar, desde el positivismo, los puntos fuertes, volviendo a poner en marcha desde la innovación de soluciones el cambio.
En definitiva, la gestión de cambio lo que hace es mejorar la empresa y darle una nueva oportunidad de responder a las expectativas de todos sus stakeholders. Es la clave para la verdadera salud corporativa.