“Deme el gusto antes de que termine el año -dijo el Gurú de la cortada de la calle Estomba-. Ya que no lo hizo en 2015, ¿por qué no inicia el año con un texto dedicado a los institucionales de las empresas?”
No hubo respuesta, cosa de no quedar como un influenciable, que lo lea en este espacio. He aquí esas líneas prometidas.
Los hombres y las mujeres que están en el mundo de las relaciones institucionales de las empresas tienen sus bemoles. Desconocidos hasta no hace tanto, tomaron un rol preponderante en las últimas dos décadas. Hoy día, la mayoría tiene reporte directo al CEO y consolidaron un rol clave en las estructuras modernas.
Para aquellos que no los tengan en su álbum de figuritas, son quienes delimitan -y muchas veces ejecutan- la estrategia de relacionamiento con agentes externos como la comunidad, el periodismo y los distintos niveles de gobierno. Además, suelen estar también a cargo de las comunicaciones internas de las empresas, función que suelen disputarse por lo bajo con sus primos de recursos humanos.
Otra característica es que deben no ser propensos a engordar fácilmente. Sucede que en los últimos años “el” horario para establecer relaciones con actores de diferentes sectores (actividad que en el lunfardo se conoce como almorzar) es el mediodía. Las comilonas están a la orden del día.
Así como los perros terminan por parecerse a sus dueños, los DirCom tienen alguna tendencia a parecerse a su empresa. En general, la famosa cultura de la compañía anida fácilmente en estos ejecutivos. Saben de relaciones interpersonales, tratan de ser persuasivos y tienen una característica más: le hablan al oído al gran jefe, beneficios de pocos en las corporaciones.
Y hay más, pero no será cuestión de agotar el tema en una nota. Esto es apenas cumplir con un pedido del Gurú.
Por: Diego Cabot
http://www.lanacion.com.ar/1859170-bienvenidos-a-la-fauna-dircom
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